El pasado viernes 24 de abril, en la nueva Plaza San Martín del partido bonaerense de San Fernando, se inauguró el monumento a La Biblia promovido por la Asociación de Pastores de Zona Norte y la Fraternidad de Pastores de San Fernando, con el apoyo del municipio local.
Con la participación del Intendente de San Fernando, Luis Andreotti, y del Presidente del Concejo Deliberante, Santiago Aparicio, además de concejales, vecinos y autoridades de los Consejos Pastorales mencionados, se descubrió el monumento a las Sagradas Escrituras en un acto emotivo donde no faltaron momentos de oración y música, incluyendo un recital del grupo Kyosko.
“Todo aquél que trabaja en los valores, en los principios éticos y que lleva la palabra de Dios, ayuda mucho a bajar la violencia, que hoy es uno de los males más grandes de la sociedad”, opinó el Jefe Comunal. “La violencia es un problema cultural y de educación para el cual el Municipio quiere estar presente, pero agradecemos todo lo que trabaja la comunidad cristiana. En este distrito tienen más de 150 iglesias y entre todos podemos poner un poco de cada uno para trabajar por una calidad de vida mejor para los vecinos”, agregó Andreotti, destacando la labor de la Iglesia Evangélica en el municipio.
Por su parte, el Pr. Ángel Turale, Presidente de la Asociación de Pastores de Zona Norte, calificó el encuentro como “verdaderamente hermoso y maravilloso”, y explicó dónde reside el valor del monumento a La Biblia que quedó allí emplazado: “Es la vida en la que Dios nos habla constantemente. No hay cosa que no se explique en la Biblia. Les damos gracias a Dios, al Intendente Andreotti y a sus funcionarios que han tenido en su corazón el deseo de hacer el monumento”. Miguel Ángel Arias, Presidente de la Fraternidad de Pastores de San Fernando, dijo emocionado: “Estábamos esperando este día y finalmente ya podemos gozar viendo este proyecto concretado».
ACIERA felicita a los Consejos Pastorales de Zona Norte y San Fernando por haber llevado a cabo esta inciativa, y anima asimismo a todos los Consejos Pastorales del país a buscar en sus ciudades y municipios el reconocimiento público y oficial de la Palabra de Dios, la lumbrera que el Señor nos dejó para poder conocerle y alcanzar la salvación.
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