Ante la severa realidad que nos toca vivir a causa del enemigo invisible que acecha a varias naciones, disponemos del arma más poderosa con la que contamos los cristianos: LA ORACIÓN. Así juntos, clamaremos al Señor para que sane nuestra tierra.
«Animados por el Espíritu Santo, los católicos y evangélicos sentimos la necesidad de encontrarnos para elevar nuestra oración a Cristo, único intercesor ante el Padre de todos». Esa motivación hoy nos une a los creyentes para pedir desde nuestros hogares por el fin de la pandemia.
Nos unimos en un mismo sentir para elevar nuestra oración, por los enfermos y los que más sufren en esta hora compleja que vive la población. En comunión damos gracias por el personal sanitario, médicas y médicos, enfermeras y enfermeros que sirven a nuestro pueblo.
GUÍA DE ORACIÓN PARA LOS HOGARES EVANGÉLICOS
• Ante la pandemia del CORONAVIRUS: “Oramos invocando la protección de Dios sobre cada hogar de nuestra amada nación y más allá”.(Salmos 91: 1 al 3).
• Ante la incertidumbre que vive la sociedad frente a las estadísticas y noticias que muestran el avance del virus: “Oramos para que los creyentes se levanten como agentes de prevención y contención, siendo sal y luz en cada lugar. (Mateo 5:14 y 16).
• Ante los síntomas que presentan varios ciudadanos en distintos puntos del país y miles de consultas: “Oramos por el sistema y los agentes de salud, para que el Señor les otorgue sabiduría, nuevas fuerzas y recursos, para brindar una atención médica que esté a la altura de las circunstancias, además de la intervención divina para la sanidad de quienes han sido infectados. (Santiago 5:15; Proverbios 16:33).
• Ante las medidas acordadas por el gobierno nacional, provincial y en los municipios: “Oramos por nuestras autoridades, para que las políticas que se implementan, trasciendan toda grieta y por un trabajo mancomunado con los distintos actores sociales para la disminución del riesgo a ser infectados. (Romanos 13:1).
• Ante la suspensión de las clases: “Oramos por el cuidado de las nuevas generaciones, por el rol de los padres en el cuidado de sus hijos, como así también por las autoridades de educación y cuerpos docentes, para que estos encuentren métodos creativos en la educación en estos tiempos de aislamiento. (Proverbios 22:6).
• Ante el distanciamiento social como barrera preventiva: “Oremos por la paz social en cada habitante que debe cumplirla y por una iglesia que actúe como agente de pacificación. (Mateo 5:9; Jeremías 29:7).
• Ante el aumento del hambre y la pobreza: “Oramos para que las iglesias en unidad, multipliquen el don de dar a los más débiles, en una atención integral en cuanto a las necesidades básicas. (Isaías 58:7 y 10).
• Ante la crisis económica agudizada por la pandemia: “Oramos por la activación de la economía y las fuentes laborales en tiempos de crisis, pidiendo a Dios creatividad para un crecimiento productivo.” (Salmos 37:25).
• Ante el miedo que provoca el flagelo del coronavirus: “Oramos para que el amor del Señor se derrame en cada argentino, por medio de una iglesia que predique las buenas noticias del Evangelio, para que los corazones sean transformados y aumento el respeto por el otro y el valor de la vida como un derecho supremo. (Romanos 5:5; 1ra Juan 4:18).
Ante la recomendación de permanecer en los hogares: “Oramos por la unidad y el diálogo familiar, para que el perdón y la restauración de Dios alcance a aquellos hogares que hoy están resentidos.” (Hechos 2:46 ………… y compartían sus comidas con gran gozo y generosidad).