En el marco de los festejos por el Bicentenario de la Independencia nacional, el Consejo de Pastores de Santa Fe, por iniciativa del pastor Daniel Altare, fundador de ACIERA y miembro del consejo directivo por varios años, invitó a celebrar el acontecimiento “orando por Argentina”. Estuvieron presentes funcionarios del gobierno provincial y municipal, representantes de distintos credos y público en general.
El martes 12 por la noche en el contexto de la celebración del Bicentenario de la Independencia, se llevó a cabo un encuentro interreligioso en la Iglesia Cristiana Evangélica Brazos Abiertos, Corrientes 3621. Entre la nutrida concurrencia, se encontraban el gobernador, Miguel Lifschitz; el ministro de Gobierno, Pablo Farías; el ministro de Desarrollo Social, Jorge Álvarez; el secretario de Gobierno, Mariano Cuvertino; la secretaria de Gobierno municipal, Dra. María Martín; la subsecretaria de Acción Social, Rocío Giménez, y demás funcionarios; el arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo; el rabino Efraín Rosenzweig; el presidente de la Daia, filial Santa Fe, CPN. Horacio Roitman, y miembros de la comunidad israelita, de la Mesa del Diálogo, de la Asociación de Dirigentes de Empresa, CGT, sacerdotes y pastores.
El pastor Walter Altare, miembro del consejo de pastores de Santa Fe , realizó la apertura del acto, dando la bienvenida a los asistentes; y se entonó el Himno Nacional. A continuación, hablaron el gobernador, el ministro de Gobierno y el presidente de la Daia, haciendo referencia a la fecha alusiva y a la actualidad.
Seguidamente, el pastor fundador de la iglesia anfitriona, Daniel Altare, hizo una reseña histórica, resaltando que “nuestro Preámbulo constitucional menciona la importancia de invocar a Dios, fuente de toda razón y justicia. Con el tiempo, nos hemos ido degradando, perdimos el rumbo y gran parte de nuestra sociedad ha enfermado, con un alto índice de pobreza, desocupación, inseguridad, criminalidad. Y frente a todo esto, tenemos que actuar efectivamente, la sociedad junto con quienes nos gobiernan. El pasaje bíblico de 2a. Crónicas 7: 14 dice: ‘Si mi pueblo, aquel sobre el cual mi nombre es invocado, se humilla y ora, me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde los Cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra’. Es la fórmula de Dios, en tiempos de crisis. Por eso, creemos en la gestión de la oración, en su poder dinámico”, sostuvo.
A su turno , el presidente de la conferencia episcopal argentina, monseñor José María Arancedo, manifestó: “La fe es camino de encuentro, de respeto y de diálogo. La patria es don, pero es tarea y requiere lo mejor de nosotros. El compromiso de nuestra fe es presentarnos a Dios con todas las heridas personales y sociales, teniendo en cuenta a nuestros hermanos. Hay quienes dicen no tener necesidad de rezar, pero no somos dioses, sólo criaturas. La oración es una introducción a la verdad del hombre. Y hay que rezar por nuestros gobernantes porque ellos tienen una responsabilidad de gobierno. La mejor manera de querer al otro es por medio de la oración, que nos ayuda a crecer. Por eso, elevo mi plegaria por Argentina y por Santa Fe”.
Luego de un momento de oración profunda e individual, intervino el presidente del Consejo de Pastores, pastor Miguel Mathey, quien resaltó: “Tenemos que orar por nuestras familias, para que la gracia de Dios esté sobre nosotros, sobre nuestro país y que se cumplan sus propósitos en esta tierra. Oremos, asimismo por nuestros gobernantes y por quienes están en eminencia”.
El encuentro finalizó con la canción: “Argentina el futuro está dado, nuestro Dios es tu gloria”.
La nota completa puede leerse en el diario vespertino El Litoral
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