Desde el ACIERA ONLINE, queremos destacar aquellas acciones, no sólo eventos, que traen GLORIA AL NOMBRE DEL SEÑOR. Estos testimonios son de inspiración para todo el CUERPO DE CRISTO, dentro y fuera del país. En esta ocasión en particular compartimos la obra de amor de la Iglesia Saddleback Buenos Aires, en la localidad de Pablo Nogués. Animamos a nuestros lectores a compartir dicho testimonio:
OBRA DE AMOR DE LA IGLESIA SADDLEBACK BUENOS AIRES EN PABLO NOGUÉS
Cuando el amor de Dios está en acción no hay límites. En enero último miembros de la Iglesia Saddleback Buenos Aires logró concluir la construcción de un merendero en el barrio La Cabaña de la localidad de Pablo Nogués, partido de Malvinas Argentinas, a tan sólo 39 kilómetros de Capital Federal.
El inicio del merendero tuvo su origen hace diez años cuando una familia de cartoneros comenzó a entregar un vaso de leche y un pedazo de pan a algunos niños, casi 30, que recibían la modesta merienda dos veces por semana, gracias a «Pocho y Haydée».
Se sentaban en el piso de tierra y tomaban la leche. No había mesas ni sillas para sentarse ni ningún techo para cubrirlos en caso de lluvia, frío o calor. Esta familia no tenía mucho, pero tomaron lo que tenían y lo usaron para ayudar a sus vecinos.
Hace un año y medio el pastor Sebastián Ojeda se reunió con esta familia e inmediatamente sintió que Dios lo llamaba a ponerse en acción.
«Cuando fui allí por primera vez, no podía creer que esta familia estuviera dando tanto», dijo el pastor Sebastián. “Me conmovió mucho, sentí que Dios me dijo que nuestra iglesia debería ayudar. Prometí que construiríamos un lugar para que los niños recibieran una comida decente. Era un compromiso que lograría un cambio que iba a perdurar por generaciones. Sería una transformación para este barrio. No sabía cómo iba a desarrollarse esto, pero sabía que Dios proveería».
El siguiente fin de semana, el Pastor Sebastián compartió lo que había en su corazón en los servicios de la iglesia y de inmediato se pusieron en acción donando su tiempo y recursos. Algunas personas suministraron materiales o alimentos, otras su tiempo para construir el edificio e inclusive dinero para el proyecto. “Nuestros voluntarios han ido a este barrio una vez al mes durante los últimos dos años, difundiendo el amor de Dios a los chicos y sus familias. Hemos realizado muchos proyectos únicos, como Vuelta al Cole: al principio del año escolar los miembros de nuestra iglesia donan mochilas llenas de útiles para que los niños puedan tener todo lo que necesitan para comenzar la escuela; para Navidad, hemos reunido cajas de comida para las familias y juguetes para los chicos». Incluso los chicos de Saddleback Kids organizaron su propio proyecto solidario juntando más de 500 litros de leche para el merendero.
Ahora, trece meses después del desafío, el merendero «Sol de la Cabaña» está abierto regularmente para esta comunidad con un espacio suficiente para casi 100 niños. El edificio cuenta con baños interiores, una cocina con agua caliente, una heladera, aire acondicionado, mesas y bancos para 90 niños y piso de cerámicos. Es el edificio más equipado en toda la comunidad La Cabaña.
La gran inauguración del edificio fue un éxito. Fue una fiesta con la asistencia de 90 niños de la comunidad. Treinta y cinco voluntarios de Saddleback se acercaron para decorar con globos, servir comida y compartir un tiempo de festejo con los niños.
Romina Villalba, una de las voluntarias contó que en la inauguración les hicieron construir una manualidad a los pequeños, dibujando una estrella donde poner sus deseos ahora que el merendero era una realidad. Los deseos fueron varios: «yo quiero aprender a leer; quiero que estén más tiempo con nosotros; y quiero terminar la escuela», entre otros.
Lo que comenzó cuando los niños tomaban leche en las polvorientas calles es ahora un edificio de usos múltiples que ofrece comida a los niños de la comunidad cuatro veces por semana.