LA RED DAR ARGENTINA ACERCÓ DONACIONES A SALTO

Voluntarios de la Red de Asistencia Humanitaria de ACIERA, Dar Argentina, acercaron donaciones el pasado domingo 22 de enero a la ciudad de Salto, con motivo de las inundaciones acontecidas en dicha localidad, ubicada a 200 kilómetros de Capital Federal. Los voluntarios fueron recibidos en el Centro Cristiano de Salto, que pastorea Miguel Piras.

Junto al pastor visitaron distintos puntos de la ciudad evaluando los daños y planificando la entrega de las donaciones para ayudar a los damnificados, muchos de los cuales aún no han podido volver a sus hogares. También en esa oportunidad, los jóvenes de Dar Argentina saludaron e informaron acerca del trabajo que desarrollan, al Secretario Privado del municipio, Camilo Alessandro, quien reconoció el gran aporte de las iglesias evangélicas.  

Posteriormente, el equipo de Dar se unió al trabajo de la Iglesia «Gente Nueva» de la Asamblea de Dios pastoreada por Dardo Blanco. Allí también sumaron donaciones para entregarlas personalmente en los barrios afectados.

En medio de una jornada calurosa, muchas de las familias se habían acercado a sus hogares para comenzar los trabajos de limpieza y evaluar los daños. Los hermanos de la iglesia local, junto al equipo de la Red Dar Argentina llevaron un mensaje de esperanza, oraron con las personas, escucharon sus historias y pudieron alentarlos y entregarles alimentos, pañales, elementos de limpieza, agua mineral y ropa. 

En esta oportunidad, la ayuda que se entregó provino a través de la Iglesia Transparente de Tinogasta 5850, del barrio de Villa Real y de la Iglesia Asamblea Cristiana de Salvador María del Carril 5073, ambas de Capital Federal, y de la Iglesia Cristiana del Evangelio Pleno de Progreso 4732, San Martín.

La Lic. Jorgelina  Czumadewsky, coordinadora del equipo de Dar Argentina,agradece a Dios la oportunidad de acompañar a los que sufren comprobando la realidad de las palabras del Señor Jesucristo, quien dijo“es más bienaventurado dar que recibir”.

ACIERA anima a los creyentes a orar por quienes han perdido sus bienes, cosechas, animales, etc., redoblando nuestro esfuerzo a través de la solidaridad, uniéndonos con el propósito de colaborar con quienes más lo necesitan.