LA CENTRALIDAD DE LA BIBLIA: PROPUESTA 1
ACIERA comparte el segundo artículo emitido por la Sociedad Bíblica Argentina alentando a todos los lectores a priorizar la lectura de la Palabra de Dios en sus vidas, la cual y como dice las Sagradas Escrituras “ordena los pasos del hombre “y le guía en las decisiones trascendentes y cotidianas del diario vivir:
Como decíamos en nuestro artículo anterior, queremos dejar siete propuestas para poner a la Biblia en el centro de la vida y la misión de la iglesia. Estas propuestas surgen tanto del diálogo con pastores, con líderes, con presidentes denominacionales, con creyentes maduros, con jóvenes universitarios, etc., como de diversos trabajos de investigación.
Hoy presentamos la primera:
- Apartar un tiempo en todos nuestros cultos para la lectura pública de las Escrituras.
Mientras llego, dedícate a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y a instruirlos (1 Tim 4.13, DHH).
El joven pastor Timoteo tenía que lidiar con muchos temas en la iglesia de Éfeso, insertada en un verdadero centro de idolatría y opresión espiritual. Sin dudas, también tendría muchísimo trabajo para hacer puertas adentro de la iglesia, ya que se había infiltrado la falsa enseñanza. Pero Pablo le hace un encargo muy preciso a Timoteo: “Mientras llego, dedícate a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y ainstruirlos”.
Enfrentamos el desafío de reinstalar lalectura pública de las Escrituras en nuestros cultos y en todos nuestros encuentros. Tal vez sea necesario cantar una canción menos, o no repetirla tantas veces,entendiendo que la lectura pública de la Biblia es un componente central de la adoración del pueblo de Dios.
Leer no es difícil: puede hacerlo hasta un niño de primer grado. Pero la lectura de las Escrituras en público debe ser mucho más que una simple lectura de corrido. La lectura pública de la Biblia es la transmisión pública de la voz de Dios, la misma que creó el mundo, la que “desgaja las encinas, y desnuda los bosques” (Sal 29.9), la que calma la tempestad y la que levanta a los muertos.
En Nehemías capítulo 8 leemos que “se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza… y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel…Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo… y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento… Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura” (Neh 8.1, 5, 8). Al principio,“el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley” (v. 9), para luego descubrir que “el gozo de Jehová es vuestra fuerza” (v. 10). Arrepentimiento, adoración,gozo y fortaleza. Todo esto como resultado de la lectura pública de la Palabra de Dios.
¿Podemos asumir el compromiso? ¿Podremos hacer de la lectura pública de las Escrituras un momento imprescindible, intenso y solemne para niños, jóvenes y adultos en todos nuestros cultos?
Por Rubén Del Ré, director general de la Sociedad Bíblica Argentina.
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