Hace quince años el Consejo Nacional Cristiano Evangélico se constituyó y llamó a las iglesias que integran las distintas federaciones que lo componen (FAIE, FeCEP y ACIERA) con la idea de orar por el país, por la situación que se vivía por entonces. Sin banderas políticas, ni denominacionales. Sin nombres. Sin expresiones propias de una persona, o grupo. Simplemente como pueblo de Dios. Hombres y mujeres que día a día confían en el Creador y su justicia.